jueves, enero 12, 2006

Minutos

Minutos, una extensión acotada de no se sabe qué que determina nuestra vida arbitrariamente Dividido en segundos que le presionan y a su vez en abstractas entidades que ni siquiera somos capaces de contar fisiolóficamente, el tiempo, ese concepto tan extraño, le es a veces tan difícil de retener a nuestra conciencia que con frecuencia se escabulle entre los recovecos de la relatividad que son aquellos en los que originariamente vive. Y sin embargo no podemos escapar al paso de las cosas, al devenir de nuestro cuerpo, nuestra mente, y todo aquelllo que nos rodea, y cada minuto se acumula contribuyendo a elaborar algo, y nos preguntamos a veces si los minutos bastarán para conocer aquello que queremos, si servirán para contener lo que deseamos, si durarán como para ver lo que ahora no podemos, y nos olvidamos, mientras minuteamos agobiados, de que el tiempo nos pertenece, es sólo nuestro, nosotros lo creamos; pero estamos tan alejados, tan ensimismados en cómo brilla y tan asombrados de nuestra obra, que lo hemos convertido en una cárcel que nos tortura porque ya no recordamos que nosotros lo inventamos.

Acaban de dar las doce, de una manera pausada, acompasada y respetable, en el reloj del pasillo...Poco después de esta indicación amigable del viejo reloj, hecha con voz grave y reposada, propia de anciano, sonaran las once, de modo agudo y grotesco, con impertinencia juvenil, en un relojillo petulante de la vecindad, y minutos más tarde, para mayor confusión y desbarajuste cronométrico, el reloj de una iglesia póxima dió larga y sonora campanada, que vibró durante algunos segundos en el aire silencioso. ¿Cuál de los tres relojes estaba en lo fijo? ¿Cuál de aquellas tres máquienas para medir el tiempo tenía más exactitud en sus indicaciones? La busca, Pío Baroja.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Pensaba que era tuyo, y te iba a decir que parecías yo: tanta coma tanta coma y tan pocos puntos.

Pero no, era Baroja.

Lo dijo...

qué gracioso estás hoy no? :)pues no, era del maestro, y no se parece en nada a como escribes tú, gracias adios y a la histotia de la literatura ;b

Lo dijo...

Supongo que te refieres a las cursivas. De lo otro...

Anónimo dijo...

Yo escribo mejor, pero te cuesta admitirlo....

Emmanuel dijo...

Bueno, las cosas hablan de problemas, de complicaciones; el único problema es saber donde cabe el reloj. En mis innumerables alegorías, trato de incrustarlo en el pecho con un martillo gigante, pero nunca funciona.
In the other hand, es absurdo pelearse por la calidad de escritor o pusilánime empuja-objetos; la única manera de saberlo es hacerlo.
Si, te agregué a mis enlaces, “que se le va a hacer”

Chasky dijo...

Que haya paz, a mi me gustáis como escribís los dos y punto.

terminus dijo...

Pues yo soy simple, a veces no me entero de lo que me decís. El tiempo... como una hoja en la corriente... siempre en la misma dirección... siempre... inmutable....
Ahí queda eso. Bueno para ser mio no está mal.(vale, ya me voy)

Edu

Lo dijo...

Epique entre manolito y yo viene de hace mil años y es un pique simpático:) Con un poco de suerte, o con mucha, publicaremos algo juntos. No insociable?
Terminus, "todo fluye", ya lo decía Heráclito:)