viernes, enero 13, 2006

Historias de piratas.

Oigo un ruido, a lo lejos, pero yo sigo comiéndome el pastel rosa que me acaba de regalar el capitán de un barco pirata. Llevo dos meses en ese barco y he vivido, desde que me embarqué, mil aventuras. La primera que recuerdo fue cuando atracamos en un puerto griego, hacía calor, era junio, se me pegaba la ropa sucia al cuerpo y nuestro barco olía a rata muerta que lleva dos semanas descomponiéndose en la bodega. Qué bonita estaba Atenas en esa época, gente por la calle vestida con túnicas de colores, un ajetreo incensante de ires y venires por el mercado de una plaza redonda con vistas a un acantilado que corta la respiración. Armonía de papeles en movimiento que recordaba a las notas de una sinfonía. Mi tripulación permaneció allí tres días de los que sólo recuerdo las prisas finales por huir después de atracar el velero de un comerciante que regresaba a casa de las islas cargado de perfumes y bisuterías varias. Luego recuerdo mares, azules y verdes, zonas insondables en las que la imaginación era el único instrumento que te permitía ver qué pasaba debajo del barco, y lugares en los que el fondo brillaba tanto que dolía a los ojos estar demasiado tiempo asomado por la borda. Recuerdo cómo picaba el sol atacando a la sal pegada en la piel, y las risas de mis compañeros cada vez que divisábamos algún pedazo de tierra a lo lejos. Mil aventuras, mil saqueos, y me aceptaron finalmente como una pirata más entre tanto hombre hambriento de los que componían el barco. El día de mi cumpleaños el capitán me regaló un pastel rosa, y un timbre sonaba de fondo, no quería hacerle caso, pero cada vez era más insistente; lo ignoré cuanto pude pero finalmente me levanté y me acerqué al barril del que procedía el ruido. Abrí la tapa...las 7 de la mañana? me da tiempo a ducharme?

4 comentarios:

terminus dijo...

Otra soñadora. Surcando mares desconocidos... siempre a merced del viento... con el horizonte por frontera... Me gusta tu sueño.
Me apunto aunque sea de grumete.

Edu

Chasky dijo...

Jope, pues yo tengo un problemilla y es que los sueños los disfruto muchísimo cuando estoy inmerso en ellos (si son buenos, claro), me levanto con una sensación muy buena pero no me acuerdo de nada.

Si es que va a ser verdad que tengo una memoria de pez.

Cdaae dijo...

Uhmm, un pastel rosa, en mala hora he leido esto, que es la hora de comer.

Bonito sueño, un beso guapa.

Anónimo dijo...

Pues menudo pirata más blando, con todos los respetos.

Muerte y destrucción, asesinatos y robo. Pasteles rosas... no me extraña que te despertases, seguro que tu subconsciente empezaba a intuir que servirías de carnaza los tiburones...