martes, febrero 07, 2006

Zapatos de charol

Se presentó en mi vida de repente y a partir de ese momento andé con zapatos de charol y la sonrisa puesta, y el cielo era más azul y los colores tenían más color. Andaba diferente, raro, especialmente diferente en un lugar en el que todos ponen un pie detrás de otro para ir a cualquier sitio, y eso fue lo que me llamó la atención; tocaba los objetos de una manera que hacía que las cosas tuvieran importancia, otorgándoles un lugar en el espacio de lo vivo, haciendo de lo minúsculo un mundo que merecía la pena. Haciendo del mundo en general un lugar que merecía la pena. La risa era fácil, muy fácil, y el roce de la piel un lugar en el que se puede pasar un invierno. El sueño profundo, los sabores nuevos, y las emociones limpias. Volví a sentirme como una niña, depués de tanto tiempo de sentirme como nada. Algo de lo que enamorarse, de qué otra cosa si no?

8 comentarios:

terminus dijo...

Vale, lo. Llevas dos post que no me entero de nada, en el anterior al menos te podía dar ánimos, pero en este... bueno, en este solo te digo: Felicidades por encontrar a alguien así.

Un Beso

Edu

Cdaae dijo...

Asi es, la verdad es que tu lo has dicho todo, muy bien explicado.

Muxublog

Isthar dijo...

Un día me dijeron que en realidad no son los demás los que dan esas notas de color a nuestras vidas, si no los ojos con que nosotros les vemos y otorgamos esa capacidad :)

Anónimo dijo...

Si te sirve de consuelo, Edu, yo tampoco entiendo nada, y eso que en teoría yo estoy más cerca.

Ya ves.

Lo dijo...

Bueno chicos, hablaba de mi ex, para que veais.

Chasky dijo...

Me alegro de que le recuerdes tan bien, yo ya pensaba de que te habías echado un churri.

Anónimo dijo...

Como debería ser obvio, yo sigo sin entender nada. Quizá es que trabajo demasiado, y quizá no.

terminus dijo...

Te acabo de dejar un recado en mi blog

Un Beso

Edu