Edu dice...

Edu dice que escribo unos post un poco deprimentes últimamente, y está preocupado por si me pasa algo. A lo mejor tiene razón y estoy aquí deprimiendo al personal a base de comeduras de cabeza que ni siquiera se cuentan explícitamente. Lo que pasa es que a todos nos toca (o bueno, al menos a mí me ha tocado) pasar por una época en la que lo de la estabilidad a cualquier nivel es un horizonte que se ve muy lejano. Recién salida del horno académico las perspectivas se encogen y las posibilidades son menos de las que hubiera temido, y el trabajo por salir de hoyo, una empresa de Sísifo; así que no queda más remedio que relajarse y esperar a ver qué va saliendo mientras me propongo la posibilidad de estudiar una segunda carrera, más o menos realista, a la vez que trabajo en cualquier cosa y que me salve de vestir con un tonel de madera y de vivir en medio de una plaza en una época en la que ni siquiera hay un Alejandro Magno que haga que la faena resulte atractiva. Esa situación, unida a una ansiedad corrosiva por verlo todo, estar al tanto de todo, disfrutar de las posibilidades de la cultura que me rodea, y eso sabiendo que ahora la soledad es una carga pues...es posible que me den un tono depre. Pero no me siento así, o al menos no todos los días. Cuando te queda todo por hacer hay días que se ven muy negros y días que parecen rosas. Pero no, no estoy deprimida. Muchas gracias por haberlo visto y por preocuparte.