Espera que se entere Carlos Sainz

Voy a narraros la mejor experiencia de mi semana. La historia ocurrió el miércoles por la tarde-noche en una urbanización a las afueras de Valencia, la Cañada: dos meses desde que "Lo" se sacó el carnet de conducir (ya, un poco tarde, es que no lo necesitaba, vivo muy céntrica y bla, bla, bla...), y dos meses desde la última vez que Lo condujo por última vez. "B" se presta amorosamente a dejarle el coche a Lo para conducir por los caminos de cabras. Así que tenemos al llamémosle "equipo L" en el asiento del conductor y al "equipo B" en el asiento del copiloto. Tan pronto como el equipo B se dispone a ceder el sitio del conductor empieza a experimentar un cambio dermatológico de rosado a verde( la comúnmente conocida sensación de angustia y mareo) mientras que el equipo L pasa de un blanco invernal a un rosado fucsia (estado de agitación y euforia). El equipo B asienta sus posaderas mientras el equipo L inicia los preparativos para la gran aventura; asiento..."sin problemas", retrovisores..."uy, no gira más? es que no veo un pijote!", "vaya, por el retrovisor de dentro veo todavía menos", "ya está, preparado?", y el verde del equipo B empieza a ser un verde amarillento con tintes morados. El equipo L comienza su periplo por las empinadas y mal asfaltadas calles de La Cañada, a las 7 de la tarde, sin farolas y flipando con el embrague ultra-ligero del Ibiza prestado. Mientras, el equipo B bate un récord Guiness a la persona que puede estar más tiempo sin parpadear a la vez que se agarra con una mano del cinturón de seguridad y con la otra al freno de mano. Qué vergüenza! ni que fuéramos a morir o algo! Si mi profe de prácticas decía que en cuanto me ponía la radio parecía una taxista! En fin, que dos meses sin conducir han hecho un poco de mella en el buen hacer del equipo L, pero nada que no se solucionase finalmente con 15 minutos dando vueltas y otros 20 haciendo cedas. Si es que la que vale vale. El equipo B se relajó tanto que soltó el freno de mano y dejó al equipo L salir a la carretera e ir hasta Kinépolis, y pude poner cuarta y todo! Y colorín colorado esta historia se ha acabado (al menos hasta que el equipo B me deje el Ibiza otra vez, que mono, que mono)