domingo, febrero 12, 2006
Ampliando-contrayendo
Es extraño como el mundo crece o decrece dependiendo de la situación anímico-personal en la que nos encontremos. De una extensión definida de materia podemos visualizar sólo un trozo o percatarnos de miles de atmósferas. Dependiendo de la lente que nos pongamos antes de salir a la calle podemos ver "la acera de mi casa" o podemos ver sólo un medio para llegar al sitio que estamos buscando. Podemos buscar un sitio acostumbrado o podemos aventurarnos hacia uno desconocido, novedos, atractivo, uno que no habíamos visto antes porque llevábamos otras gafas, porque no podíamos o no queríamos ni maginarlo; a veces por un buen motivo, a veces simplemente porque no nos daba para más. Estando en una pecera nos puede pasar que de repente nos demos cuenta de que queremos escapar, y el espacio se extiende, y estando al aire libre nos puede pasar que queremos escapar, y volvemos a la pecera contrayendo al susudicho; o nos puede pasar todo lo contrario a esto, haciendo de lo más más y de lo menos menos. Todo depende del estado anímico, a veces consciente, a veces inconsciente, feliz o infeliz independientemente de esto, en el que vivamos en ese momento. Depende también, creo yo, del dominio del yo que tengamos sobre uno mismo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
lo, pero ¿Por que conformarse con una pecera teniendo un mar al lado?
Mejor dejar al propio Yo vagar por los océanos dejando el timón libre de hacer lo que quiera. ¿Quien sabe que puerto encontrar?
Un Beso
Edu
Es verdad que cuando estás bajo anímicamente todo te parece malo, incluso lo bueno no es tan bueno, todo son pegas. Pero cuando estás feliz y contento hasta las cosas malas son menos malas y tienen algo bueno.
¿En qué estado anímico te encuentras tu?
Pues...la verdad, no sé si puedo definirlo. En uno de ansiedad creo, por hacer cosas, por no perderme nada, por...ni idea Chasky, pero no está mal, aunque a veces deprima. Y tú? cómo te encuentras??:)
Yo me encuentro muy bien, me preocupo de pasármelo bien, hacer lo que me apetece y aparcar pronto las cosas malas de la vida y las que nos suceden diariamente, me quedo con lo bueno bien guardadito y el resto a la basura. Además como mi memoria no da para mucho mejor almacenar lo bueno que no estoy para derrochar disco duro.
Publicar un comentario