Feliz año nuevo

-Hola Lo.
-Uhmm, te conozco?
-Soy el feliz año nuevo.
-Ah claro! ya decía yo que me sonabas, cómo hace tanto tiempo!dime, qué quieres?
- He venido a ofrecerme.
-Y qué me vendes?
-La beca de investigación que estás esperando, salud para tu familia y amigos, amor pasional muchas veces por semana, que el viaje a Cuba de Pascua sea inolvidable...te parece bien?
-Uy, creo que intentas tangarme. Y a cambio? Qué he de darte?
-365 días de trabajo.
-365! esos son todos los días del año! El regular año nuevo me los dejaba en 230!
- Si, pero sin viaje a Cuba y con dos gripes de por medio.
-Tienes razón, tienes razón...espera que piense. A ver, y no te conformarías con 335 y a cambio me dejo las bragas en casa cuando me vaya de viaje?
-Uhm, interesante oferta, pero no soy un jefe cualquiera; 340 y dos granos muy grandes en las cenas más importantes del año.
-Pero si a mí no me salen granos!
-Por eso.
-Bufff! bueno, venga, acepto la oferta. Joer, como está de cara la felicidad no?
-Ya te digo, no te preocupes, te vendo calidad.
-Eso espero. Bueno, te veo la próxima noche vieja no?
-Allí estaré. Disfruta de tu año.
-"grfgrspfffr".

Que se cumplen todos vuestros deseos y que tengais un feliz año lleno de cosas buenas y de pocos días de trabajo :)

Veces

Hay veces que la haces las cosas mal pero tú no querías, querías hacerlas bien, y luego no sabes cómo explicar que lo que te ha quedado no es lo que esperabas. Es como cuando sales a la calle, te pones a pensar en algo y cuando te das cuenta te has equivocado de dirección (y eso que tengo un sentido de la orientación que ni un cheyenne me gana) pero claro, en esos casos sólo has de darte explicaciones a ti misma, y tú mismo siempre te entiendes muy bien "no pasa nada Lo, sé que no querías venir aquí, ale guapa da la vuelta y concéntrate!". No pasa lo mismo cuando has de dar explicaciones a otra persona, cuando dices algo que no querías que sonara así, cuando haces algo cuyo resultado pensabas sería de otra manera, o cuando no haces ni dices nada porque crees que eso es lo mejor y luego la cagas; la otra persona no siempre está por la labor de comprenderte, siempre le queda la duda de si su interpretación del asunto no será la correcta (después de todo el acceso a la mente ajena es algo por inventar). Así que, a veces, las cosas que querías hacer bien acaban mal y tu intención no cuenta, y entonces, en ese momento es cuando...pues no sé la verdad, entonces es cuando yo no sé qué hacer con la otra persona.

Espera que se entere Carlos Sainz

Voy a narraros la mejor experiencia de mi semana. La historia ocurrió el miércoles por la tarde-noche en una urbanización a las afueras de Valencia, la Cañada: dos meses desde que "Lo" se sacó el carnet de conducir (ya, un poco tarde, es que no lo necesitaba, vivo muy céntrica y bla, bla, bla...), y dos meses desde la última vez que Lo condujo por última vez. "B" se presta amorosamente a dejarle el coche a Lo para conducir por los caminos de cabras. Así que tenemos al llamémosle "equipo L" en el asiento del conductor y al "equipo B" en el asiento del copiloto. Tan pronto como el equipo B se dispone a ceder el sitio del conductor empieza a experimentar un cambio dermatológico de rosado a verde( la comúnmente conocida sensación de angustia y mareo) mientras que el equipo L pasa de un blanco invernal a un rosado fucsia (estado de agitación y euforia). El equipo B asienta sus posaderas mientras el equipo L inicia los preparativos para la gran aventura; asiento..."sin problemas", retrovisores..."uy, no gira más? es que no veo un pijote!", "vaya, por el retrovisor de dentro veo todavía menos", "ya está, preparado?", y el verde del equipo B empieza a ser un verde amarillento con tintes morados. El equipo L comienza su periplo por las empinadas y mal asfaltadas calles de La Cañada, a las 7 de la tarde, sin farolas y flipando con el embrague ultra-ligero del Ibiza prestado. Mientras, el equipo B bate un récord Guiness a la persona que puede estar más tiempo sin parpadear a la vez que se agarra con una mano del cinturón de seguridad y con la otra al freno de mano. Qué vergüenza! ni que fuéramos a morir o algo! Si mi profe de prácticas decía que en cuanto me ponía la radio parecía una taxista! En fin, que dos meses sin conducir han hecho un poco de mella en el buen hacer del equipo L, pero nada que no se solucionase finalmente con 15 minutos dando vueltas y otros 20 haciendo cedas. Si es que la que vale vale. El equipo B se relajó tanto que soltó el freno de mano y dejó al equipo L salir a la carretera e ir hasta Kinépolis, y pude poner cuarta y todo! Y colorín colorado esta historia se ha acabado (al menos hasta que el equipo B me deje el Ibiza otra vez, que mono, que mono)

mercadillo en Navidad

De vuelta a mi casita. Me he pegado un paseillo típico por un típico mercadillo y he de reconocer que me encanta que me griten "Guapa! bragas a un euro! si no te las llevas es que nadie te las mira!" o el "señoras! hoy tiro la casa por la ventana! cinco pares de calcetines y dos cortinas de cocina por 5 euros!". Uhmm, menudo ambientillo. Y tú por ahí pegándote con las abuelas por rebuscar en un montón de algo (nunca se sabe bien qué es) mientras agarras el bolso por si alguien se piensa que tú y él estais a la venta por 20 euros. Hoy el mercadillo irradiaba Navidad; tangas rojos de encaje, guirnaldas de colores, gorros de Papá Noel, villancicos sonando de fondo (vale, eso me lo he imaginado yo) y todo el mundo deseándote feliz año nuevo. Un lujazo. Y además he encontrado el último regalo que me quedaba por comprar, y es fantástico. Me encantan los mercadillos!

Bienvenidos a mi casita de madera

Me construí una casita de paja, se estaba bien allí, era tranquila y confortable. Pero en mi casita de paja sentía que me faltaba algo, así que salí a buscar unas trufas al monte y cuando volví....el lobo la había derrumbado soplando y soplando. Me acerqué al lobo, le di una paliza y le hice una traqueotomía. Ahora el lobo ya no puede soplar y yo me he construido una casita de madera, espero que esteis en ésta tan cómodos como en la de paja.